¿Qué es el ETF de Bitcoin?
Si Satoshi Nakamoto, el creador de Bitcoin, viese escritas en la misma frase las palabras «ETF» y «Bitcoin», convulsionaría. El motivo es que, cuando creó en 2009 la blockchain y criptomoneda más famosa del mundo, la creó como una forma de pago capaz de escapar al control bursátil, al control estatal, al control financiero y, en definitiva, a cualquier tipo de control (como tú cuando eras adolescente). Ahora se habla de que el Bitcoin pueda convertirse en activo dentro de un fondo cotizado (ETF) en las bolsas de EE.UU… Paradojas, como la del gato de Schrödinger.
El tema es que las cosas han cambiado mucho en estos 15 años, y ahora sabemos, por ejemplo, que el famoso programador Laszlo Hanyecz, que pagó 10.000 bitcoins por dos pizzas, hizo uno de los pagos más caros de la historia: 413 millones de euros por dos pizzas del Papa John’s. Flipa.
¿Por qué te cuento todo esto? No, no es porque sea el abuelo cebolleta que en lugar de contar historias de la mili, cuenta historias de cuando empezó Bitcoin, no. Lo hago para que puedas entender que, tantos años y tantas historias después, hablar de un ETF de Bitcoin no suena tan disparatado. Eso sí, antes de que puedas entender del todo un ETF de Bitcoin, primero tienes que tener claro lo que es un «ETF» y lo que es un «Bitcoin».
ETF: Elefantes Trotando Felizmente
Al hablar de Bitcoins podrás oír hablar de Ballenas, pero no de elefantes. ETF son las siglas de «Exchange-Traded Fund» o «fondo cotizado», que no te engañen. Vamos a explicarlo fácil.
Imagina que tienes una colección de minerales en casa, una de esas que compraban nuestros padres semana a semana en el quiosco del pueblo, y que alguien bajo los efectos de algún tipo de psicotrópico quisiera invertir en ella porque cree que en el futuro valdrá más de lo que vale ahora. Esa persona tendría dos opciones:
- Podría comprarnos un mineral o todos los minerales.
- Podría encargar a alguien que nos los comprase, porque le apetece invertir en nuestros minerales, pero no tener la propiedad directa de los mismos; por si se le rompen haciendo la limpieza del sábado por la mañana.
El ETF iría en línea con la segunda opción. Es decir, alguien que tiene un ETF de algo, por ejemplo de petróleo, tiene una inversión en el valor del petróleo, pero no tiene petróleo ni en propiedad, ni mucho menos en el salón de su casa. Esa es la esencia de los ETFs, posees el valor de los activos, y no los activos.
Aún no sé lo que es un Bitcoin
Si estás pensando que la intro y lo del «ETF» muy chulo, pero que sigues sin saber muy bien lo que es un Bitcoin, no te preocupes que te lo explicamos en un periquete.
Bitcoin es una forma de dinero digital, conocida como criptomoneda (no viene de cripta, sino de criptografía y del hecho de que las transacciones están codificadas).
¿Qué tiene de diferente con respecto al dinero convencional?
- Es 100% digital. Si quieres venirte arriba y comprar una moneda de Bitcoin en Amazon porque te mola ese rollo, las puedes encontrar por 10,00 €. Ahora bien, que sepas que no tendrá valor, sólo vale lo que tengas en tu monedero digital.
- Está 100% descentralizado. Nadie tiene poder y control absoluto sobre Bitcoin, ni siquiera Ibai en Nochevieja. La cuestión es que la blockchain que conforma un Bitcoin está repartida por ordenadores de todo el mundo, y una transacción puede ser validada por Barack Obama o por tu primo el de Valladolid.
Entonces, un ETF de Bitcoin es…
Si has leído con atención, tú mismo habrás llegado a la conclusión de que un ETF de Bitcoin es una inversión en el valor del Bitcoin y no directamente en Bitcoins. Como cuando te compras un ticket para una consumición en el Cruïlla, en el Mad Cool o en el BBK; el ticket no es una consumición, pero sabes que tiene el valor de una y que puedes venderla o cambiarla por dicho valor. Lo mismo ocurriría con un ETF de Bitcoin: no tendrías Bitcoins, pero sí el valor de estos.
Hackeo histórico en la cuenta de X de la Comisión de Bolsa y Valores de los Estados Unidos (SEC)
El mundo de las criptomonedas ha conocido muchos hackeos en su corta historia. Desde el hackeo de Ronin Network valorado en 615 millones de dólares, pasando por el hackeo de Poly Network valorado en 611 millones de dólares, hasta llegar al hackeo de Coincheck por valor de 532 millones de dólares… Con estas cifras, cualquier podría pensar que es mucho más rentable estudiar para hacker que para médico, sin duda.
Sin embargo, el último hackeo relacionado con Bitcoin no ha estado relacionado con robar o malversar criptomonedas, sino con la cuenta de X (antiguamente conocido como Twitter) de la SEC… Los que deciden si se aprueban o no los ETFs de Bitcoin en Estados Unidos.
Tras el hackeo de dicha cuenta, se publicó una noticia falsa que daba luz verde a los ETFs de Bitcoin… y como si de la orquesta Mondragón en las fiestas de tu pueblo se tratase, se desató la locura. La gente empezó a comprar y a vender Bitcoins a lo loco. Al fin y al cabo, se acababa de legalizar que todo el mundo (tu tía Paquita, tu primo Alberto, el segurata de tu curro, tu podólogo…) pudiera invertir en Bitcoins sin necesidad de comprar Bitcoins.
Se me ocurre compararlo con el programa radiofónico de «La guerra de los mundos» de Orson Welles, el mito de la emisión de radio que desencadenó el pánico tras anunciar que el mundo había sido invadido por extraterrestres. Lo que nos lleva a pensar que, tanto en el año 1938, como en el año 2024, la gente tiene tendencia a creer con facilidad lo que se dice, publica y emite en los medios.
*En un giro inesperado, al momento de publicar este artículo, acabamos de recibir la noticia de que la SEC ha aprobado finalmente el ETF de Bitcoin. Este paso marca un hito significativo en la evolución de Bitcoin como un activo reconocido en los mercados tradicionales, y seguramente desencadenará nuevas dinámicas en el mundo de las criptomonedas. Así, la revolución descentralizada de Satoshi Nakamoto se encuentra ahora vinculada de alguna manera al sistema financiero convencional, demostrando una vez más que la única constante en el mundo de las inversiones es el cambio.