¿Qué es la ley de la segunda oportunidad?
Iniciar una nueva vida después de hacer frente a una gran adversidad financiera es para lo que sirve la Ley de la Segunda Oportunidad.
Además de la famosa Ley Concursal, a la que se acogen numerosas compañías y empresas (seguro que te suena la idea de “concurso de acreedores”), en España existe también esta otra ley. Como decimos, su objetivo principal es doble:
- Dar una nueva oportunidad a aquellas personas que, simplemente, no han podido hacer frente a sus deudas.
- Establecer un marco de pago razonable y factible, ajustando las deudas más elevadas, y reduciendo su cuantía de forma notable (conocido como “reducción de carga financiera”).
Te lo contamos en detalle.
¿Qué es la Ley de la Segunda Oportunidad?
La Ley de la Segunda Oportunidad se dirige, de forma exclusiva, a particulares y autónomos. En concreto, tiene que tratarse de personas que, por causas ajenas a su voluntad, se han visto en una posición en la que no pueden hacer frente a los pagos que tienen pendientes con sus acreedores.
Se trata de una ley que busca ponderar los intereses de todas las partes. Es decir, su objetivo no es simplemente “eliminar todas las deudas”, sino establecer un marco ético del pago de las mismas. A veces, esto puede traducirse en ampliación de plazos, reducción de importes y, en algunos casos, les permite emprender nuevas iniciativas sin tener que hacer frente a los pagos de las cuotas pendientes.
Esta ley establece varios principios importantes que debes conocer:
- Sólo pueden acogerse a ella particulares y autónomos, siendo el proceso equivalente a la administración concursal, pero a su medida. Incidimos en esto porque a veces las empresas confían en poder acogerse, siendo la otra ley que hemos mencionado antes la adecuada a su caso.
- Se puede conseguir reducir todas las deudas a una nueva cuota, que resulte asumible para la persona, y que no deje sin nada a sus acreedores. Por tanto, debe quedar claro que su objetivo no es sólo liberar de la deuda a la persona, sino facilitar un acuerdo justo entre deudor y acreedores que, a veces, termina en que no se pague nada.
- Si no se alcanzase un acuerdo extrajudicial mediante los principios que establece una ley, podría ser un juez quien dictaminase la resolución basándose en la misma. Como siempre, lo ideal es que las partes lleguen a un acuerdo favorable para todos antes de dirimir sus diferencias en los tribunales y escalar el conflicto.
Si todo esto suena adecuado a tu caso, veamos cómo es el proceso de la Ley de la Segunda Oportunidad.
¿Cómo se lleva a cabo el procedimiento de la Ley de la Segunda Oportunidad?
En primer lugar, será necesario que acudas a la notaría de referencia que te corresponda en tu localidad, firmando un acta de tu situación económica actual. Como te puedes imaginar, aquí deberá ir recogido absolutamente todo lo que la persona tiene, sin reservarse información alguna, de manera que se pueda proceder con el siguiente paso.
A partir de esta primera declaración, será posible solicitar la intervención de un administrador concursal. Este trámite, si se es autónomo, se realizará a través del Registro Mercantil o la Cámara de Comercio, según tu lugar de residencia.
En cualquiera de los dos casos, el mediador concursal, usualmente abogado o economista, se encargará de mediar entre las partes. Esto quiere decir que no está a favor de ninguna de ellas, sino que su objetivo último es evitar la escalada del conflicto, generando un acuerdo favorable para todos los implicados en la deuda. Además, también velará porque se cumplan todos los requisitos y preceptos que establece la ley, evitando problemas más adelante por errores en el procedimiento.
¿Qué puedo solicitar a través del mediador?
Una vez este está colaborando con el caso, podrás solicitar todo tipo de medidas que te ayuden a afrontar las deudas dentro del marco de la Ley de la Segunda Oportunidad.
En concreto, podrás solicitar:
- Suspensión de la generación de intereses.
- Detención de los procesos de embargo.
- Paralización de las cuotas pendientes.
Eso sí, esto exigirá la emisión de un plan de pagos que deberás cumplir. Como es lógico, no se trata de cancelar la deuda y olvidarse, sino de establecer ese marco ético en el que abonarla de forma razonable es posible.
Este plan no se limita sólo a tu estrategia para hacer frente, sino que deberás detallar, de forma realista, de qué forma vas a hacer frente a esas deudas. Usualmente, esto suele llevar pareja una quita de la deuda, que consiste en eliminar parte del importe para ayudarte a dar esos primeros pasos. Usualmente se reduce en torno al 40%, estableciéndose un nuevo marco de tiempo para que puedas hacer frente a los pagos, siendo el máximo de diez años.
¿Y qué pasa si no puedo hacer frente al pago ni así?
En ese caso, lo más probable es que, tras demostrar que tu situación económica es adversa, involuntaria e irreversible, es más que probable que se produzca la exoneración de toda la deuda. Por así decirlo, podrás volver a empezar y olvidarte de los acreedores, pero esto sólo se producirá en casos muy pero que muy justificados.
En suma, la Ley de la Segunda Oportunidad está pensada para ayudar a particulares y autónomos a empezar de nuevo. Si tu situación es adversa, es bueno que consultes a un profesional experto en esta legislación, de manera que pueda asesorarte. Y si vas a comenzar de cero y no quieres verte en las mismas, te animamos a que te plantees utilizar nuestra app para que no tengas estos problemas. Te deseamos lo mejor en tu nuevo camino, y te ayudaremos todo lo posible a que consigas tus objetivos para disfrutar de una vida de libertad financiera.